26 de agosto de 2012

Manifiesto


Lección Primera: Humillar.

Invítalo a seguirte para disfrutar huyendo de él. Si vuelven a encontrarse, salúdalo como corresponde al caballero que eres.
Aprende de él, imítalo todo lo que puedas, encuentra todos sus defectos y, luego de hacérselos saber, desprecialo.
Acude en su ayuda, entrégale todo tu apoyo y comprensión cuando se sienta bien y cuando veas que se entristece dile que lo llamarás en un rato, pero no se te ocurra cumplir tu palabra. Hazle todas las ilusiones que le puedas romper. Felicítalo por sus escritos (tan profundos y conmovedores) mientras piensas en la remota posibilidad de leerlos. Acercate sólo si vale la pena que la gente se entere que lo conoces, sino, búrlate. Su rareza y soledad incluso pueden serte útiles.
Míralo a los ojos y, cuando te sientas amenazado por su tranquilidad, se lo más violento que puedas. Esconde tu incapacidad de hacer lo que debes haciendo lo que no. Aprovecha tu superioridad numérica cuando te sepas débil, impotente y abusado. Si envidias su paz, golpéalo.
 Usa todos los medios a tu disposición (ojalá la fuerza) para que no te diga aquello que no sabrías responder.

Permítele amarte, pero procura que sea siempre más de lo que tú estás dispuesto a amar. Así podrás hacer de la vida de otros, tu juego. Tu ventaja será siempre decir que sientes lo mismo para que, cuando se enteren los demás, no se vea involucrado tu corazón; si existe. Mientras más le mientas, más ventaja tendrás cuando se sincere.

Asegúrate de que te considere uno de los suyos, ojalá el más fiel. Si eres cuidadoso, casi lograrás que confíe: posición estratégica para decepcionarlo cuantas veces quieras.Enséñale algo que entiendas, no para que también lo haga él, sino para echárselo en cara cuando no venga al caso. Regálale todo lo que le puedas cobrar.

Lee, por primera vez atentamente, este texto. Sigue cada uno de los pasos y aplícalos, por ejemplo, con el autor. Utiliza la información, que inocentemente te entrega, para humillarlo hasta que te hartes.

RolandoFlores, 2005.