La razón nos hiere, y nos estanca en el crecimiento propio, para bien o para mal, todos llegamos a ese dilema, esa crisis existencial de dejar la leche por el café, el jugo por el alcohol, de las risas por la seriedad, y del por qué eso, y eso otro también.
"Abriendo la puerta, como queriendo entrar a un mundo desconocido, te sumergiste en la penuria de lo que te sucedería en un paso más allá, lejos de lo que pude ver que hacías, me centré en como mirabas mis manos en su movimiento casi oscilante, en que tu veías como seguías con tus risas y tus alaridos de felicidad. Nosotros no nos sorprendimos de nada, no lo he hecho, pero creo que tú si lo hiciste y quisiste que te acompañara, y lo habría hecho con gusto, a no solo ser una cosa. Pero no sé que fue eso, y pensé y pensamos y pensaste en qué es lo que estaba pasando, pero no me di cuenta de que tu tampoco lo hacías. ¿En qué te equivocaste? Buscaré ese error, mientras desmanteles los vidreales en desesperación porque te abandonaré. Bajaré mirando fijamente otro punto, encenderé un cigarro y dirás: "No te quiero más". Pero verás que estás equivocada, porque te contradecirás con un "Te amo" al prender tu cigarro. Llorarás quizás? y podré consolarte, jurándote que no seré la misma mierda que fui anteriormente, PERO (SIEMPRE HAY UN PERO [Léase en conjunto con textos anteriores]), desearás no haber vuelto para poder odiarme, quizás por tu orgullo, quizás por el mío... Sólo creo que mis cosas volarán junto con tus palabras que le darán impulso a ellas"
Siento ganas de escupir quizás, a un espejo que me muestre todo lo que realmente soy, me avergüenzo de mi mismo por no creer en aquellas locas ideas "románticas".
-Concuerdo plenamente en tu desempeño, sin embargo... CHAO
